¿Es posible que se me haya olvidado amar?
¿Es posible que la muerte de mi compañera se llevase consigo
mis capacidades para amar y ser amado?
¿Es posible que el llanto que se me atraganta de nuevo me
impida amar?
Todo es posible, así que deberé aprender todo de nuevo.
Y no sé si tengo ganas.
No sé si soportaré el esfuerzo.
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