viernes, 6 de marzo de 2015

Relámpago mental desmantelado VI.

 
Leo en una novela que existe una tribu indígena en Paraguay, o puede que sea en Bolivia (así dice la novela), que para ellos el pasado es lo que está delante de nosotros, porque podemos verlo y conocerlo, y el futuro, en cambio, es lo que está detrás: lo que no vemos ni podemos conocer.

La ojos se me quedan de un turbio grisáceo y ya no veo las páginas de la novela con sus letras, porque mi mente piensa en ti en ese instante, y al igual que en este momento, muchas veces antes he pensado en si nuestra relación tiene futuro, y ahora igual debo pensar si tiene pasado porque es lo que conozco y veo y lo que antes pensaba sobre nuestro futuro no puedo verlo porque no lo conozco, y los paraguayos o bolivianos tienen razón al pensar que hacer de adivino en cosas serias no parece muy acertado.

El olor del pan quemado en el tostador invadió mis sentidos y me devolvió al presente, que es posible que sea lo único seguro, porque el futuro, que es el por venir para nosotros, lo desconocemos, y el pasado tiene diferentes caras según el recuerdo y sus distorsiones. 

Me acomodaré en el presente que es de tostada y mermelada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario